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jueves, 12 de enero de 2012

La cosa es no rendirte jamás.

-Me rindo, me rindo, ya no sufro más por ella...
+Te lo dije, aunque sea mi amiga, es muy cruel, pero te has enamorado...
-¿Enamorarme yo? que poco me conoces...
+Já...
-Venga, dime todo lo que sabes de mi...
+¿Enserio?
-Si, ya estas tardando...
+Cada día te levantas a las 7:45, a pesar de que por ello, cada mañana llegas tarde a clase, pero cuando llegas lo primero que haces es girar la cabeza y ver si ella esta, si la ves, te tranquilizas y suspiras, si no, vienes como un loco, corriendo a mi sitio y me preguntas "¿No ha venido hoy?", y entonces yo agacho la cabeza y niego, esperas impaciente a que llegue la hora del recreo, para estar con ella, para que podáis hablar, y puedas abrazarla, y no te importa que ella no le de la más mínima importancia a tus abrazos, para ti es lo más importante, te acuestas con una sonrisa al pensar en ella, y solo piensas en la hora en la que os volveréis a ver...
Pero cuando se enfada, es cuando más me gustas, ¿sabes por que?, por que no le pides perdón, por que no te arrastras por nadie ni siendo ella...
-Vaya, pero solo conoces mi yo, de ella ¿Y mi propio yo que?
+Eres arrogante, estúpido, frió y....
-¿Y?
+ Asquerosa mente, agradable, cariñoso y completamente perfecto...
-No lo soy
+¿Ella lo es para ti?
-Por supuesto..
+Pues para mi tu eres justamente lo mismo, la única diferencia, es que mientras tu sonries por ella, yo...lloro por ti...

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